jueves, 14 de junio de 2007

II. MARCO TEÓRICO PARA LA ESCOGENCIA DEL MODELO PEDAGÓGICO.

II. MARCO TEÓRICO PARA LA ESCOGENCIA DEL MODELO PEDAGÓGICO.

Antes de escoger el modelo pedagógico es necesario esclarecer la diferencia entre modelo, paradigma y herramientas pedagógicas. Sin embargo, esta tarea no es fácil, máxime cuando las propuestas teóricas son dinámicas al ser llevadas a la práctica.

Para avanzar en la comprensión del concepto modelo pedagógico señalamos algunas definiciones. Para Miguel de Zubiría la definición sería:


“…los modelos pedagógicos resuelven las mismas preguntas de los currículos, sólo que a un mayor nivel de generalidad y abstracción. En un modelo pedagógico se establecen los lineamientos sobre cuya base se derivan posteriormente los propósitos y los objetivos; su reflexión en torno a la selección, el nivel de generalidad, jerarquización y continuidad de los temas, establecerá pautas para determinarlos contenidos y sus secuencias. Los modelos pedagógicos fundamentarán una particular relación entre el maestro, el saber y el estudiante, estableciendo sus características y niveles de jerarquización.
Finalmente delimitarán la función de los recursos didácticos que se requieren para llevar a cabo su implementación.
[1]



Mientras que en la Revista de las Ciencias Humanas UTP se afirma:


“En términos generales el modelo es una graficación, en la cual se definen las principales interacciones que interviene en el proceso de enseñanza aprendizaje. Florez (1994) considera que en los modelos educativos se debe tener en cuenta el tipo de relación profesor-alumno, sea ésta liberadora o autoritaria; el grado y tipo de individualización, es decir, educación personalizada o masificada; las metas educativas según que éstas sean "esencialistas" o más bien "existenciales"- adaptables al devenir histórico de la sociedad[2].”



Se propone el siguiente mentefacto para intentar definir el concepto de modelo pedagógico.


De acuerdo con el mentefacto presentado se pueden afirmar las siguientes proposiciones:

El modelo pedagógico es una construcción teórica que se enmarca dentro de un paradigma más general, se diferencia de los paradigmas y de las herramientas pedagógicas o pedagogías. Esta afirmación implica que es necesario aclarar qué son los paradigmas y las herramientas pedagógicas.

El paradigma resultaría ser una construcción teórica más general. Se pueden mencionar, por ejemplo desde la pedagogía al constructivismo, desde la psicología al humanismo y desde la filosofía a la teoría de la acción comunicativa, teoría de la complejidad, teoría crítica, entre muchas otras, que no se han constituido plenamente como modelo pedagógico, pero que sirven de referente teórico fuerte para algunos modelos.

Por otra parte, el modelo debe diferenciarse de las herramientas pedagógicas o pedagogías. El modelo emplea herramientas pero no quiere decir que estas herramientas, por más que ofrezcan un plan organizado, necesariamente se conviertan en modelo como tal. Entre las herramientas más usuales se pueden mencionar desde la clase magistral, hasta la utilización de recursos tecnológicos como las TIC, el trabajo por proyectos, la resolución de problemas y preguntas, el trabajo en torno a desempeños (EpC), el trabajo en torno a desarrollo de habilidades y operaciones mentales como los mentefactos (P. Conceptual) y muchos otros. Es por esta razón que no todo grupo organizado de herramientas pedagógicas podría llamarse modelo. En ese orden de ideas existen herramientas pedagógicas diversas que no se constituyen como modelo propiamente, a saber la pedagogía conceptual, la Enseñanza para la Comprensión, la utilización de las TIC y muchas otras.

Para avanzar el reconocimiento de los modelos, de Zubiría
[3] propone agruparles en tres grandes tendencias, básicamente de acuerdo al papel que juegan maestro y estudiantes, y su relación con el conocimiento.
Se mencionan tres grandes grupos. El grupo de los modelos tradicionales o instruccionales, el de la nueva escuela o activista y el de los modelos contemporáneos
[4], entre los que se menciona el aprendizaje significativo, como un constructivismo y la pedagogía conceptual. Para el primer grupo el papel del maestro es activo, deposita en los estudiantes conocimiento ya acabados, por ende el estudiante es pasivo; en el segundo grupo el papel del maestro es casi nulo, sirviendo de acompañante, por ende el papel del estudiante es activo; y para el tercer grupo el papel del profesor es activo, siendo quien organiza los contenidos y los presenta de la manera más atractiva, es acompañante pero no pierde su papel de maestro, por ende el estudiante es activo, pues debe construir y descubrir.

En consecuencia, lo que se considera más apropiado para la institución es un modelo que se enmarque dentro del tercer grupo.

Finalmente, teniendo en cuenta las aclaraciones realizadas en la primera parte de este escrito, consideramos que el modelo que permite una mayor amplitud y flexibilidad en la práctica pedagógica, para incorporar las herramientas sugeridas por la Enseñanza para la Comprensión, la pedagogía conceptual, las herramientas tecnológicas y muchas otras, es el denominado como Aprendizaje Significativo.

Se reconoce al aprendizaje significativo como un modelo dentro de la gran escuela del constructivismo, de tal forma que reconoce los planteamientos piagetianos en cuanto al proceso cognitivo de construcción de conocimiento llevado a cabo por el sujeto de conocimiento; el reconocimiento de los estadios o niveles cognitivos y sus diferentes características y la relación estudiante – maestro de manera dialéctica, siendo el estudiante el centro de su proceso, pero reconociendo el papel fundamental del maestro.

Se pueden señalar algunas de las características del aprendizaje significativo con base en las aclaraciones de Frida Díaz sobre el tema
[5]. La autora menciona elementos clave como:

El reconocimiento de saberes previos en los estudiantes como fruto de su interacción con el mundo.
La posibilidad para el estudiante de enlazar los nuevos conocimientos que se construyen con los preconceptos que posee.
La necesidad de generar actividades, situaciones y climas de motivación hacia el aprendizaje.
La posibilidad de que el estudiante aprenda por medio de resolución de problemas.
El descubrimiento del conocimiento desde el estudiante como sujeto activo.

Entre las fuentes más importantes de este modelo se destacan Ausubel, Novack, Piaget y Kuhn, entre otros.


[1] DE ZUBIRÍA SAMPER, Miguel (1998): Tratado de Pedagogía Conceptual. Los modelos pedagógicos. Fundación Alberto Merani, Bogotá. Pág. 40.
[2] Tomado de la página web de la Revista de Ciencias Humanas de la UTP http://www.utp.edu.co/~chumanas/revistas/revistas/rev28/romero.htm

[3] De ZUBIRÍA, Miguel. Op. Cit.
[4] Se puede encontrar una clasificación similar en el documento Modelos Pedagógicos de M. Soledad Mena en versión digital. La autora define de la misma manera los dos primeros. Para el tercero emplea la denominación de Modelos de tipo Histórico-cultural, citando diversos autores tales como Piaget, Ausubel, Bruner, Feuerstein, Vigotsky, Freire.
[5] DIAZ, Frida (1998): Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. Una interpretación constructivista. Mc Graw Hill, México D.F.

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